Los callos en los pies son un problema que afecta a gran cantidad de personas, que surgen como resultado de la fricción constante, la presión o bien por irritaciones producidas por el uso del calzado. Se trata de una lesión que se forma como una capa engrosada de la piel, que la mayoría de las veces no causan mayor problema, aunque no hay que descuidarlas porque pueden ocasionar agrietamiento o incluso infección.
Si bien existen hoy en día varios productos de uso tópico para tratar los callos, siempre es bueno conocer remedios caseros para tratarlos. Más económicas y fáciles de hacer, las soluciones naturales pueden hacer una diferencia. En esta ocasión, Centro Cosmético te cuenta cómo hacer un tratamiento de cebolla para eliminar callos.
La cebolla es una hortaliza básicamente ácida que tiene propiedades antibacterianas y antioxidantes, y aunque con olor fuerte, sus nutrientes y características la convierten en un aliado a la hora de combatir las callosidades.
Aporta buena dosis de vitamina C, potasio, manganeso y ácido fólico, todas sustancias de beneficio para la piel y su regeneración. El jugo resultante de la cebolla es de ayudar para reducir las manchas de la piel, las que surgen con el paso de los años, las cicatrices o marcas del acné, al tiempo que ablanda la piel endurecida de los callos.
Su ventaja extra es que minimiza la presencia de hongos y bacterias, reduciendo así el riesgo de infecciones o complicaciones.
Pues bien, veamos entonces cómo preparar un remedio casero para los callos a base de cebolla, lo que no te demandará mucho tiempo.
¿Qué necesitas? El zumo de medio limón, media cucharadita de sal marina, una rebanada de cebolla, cinta adhesiva, 1/4 taza de vinagre, cantidad necesaria de agua y una piedra pómez.
Paso a paso: primero lava y pela la cebolla, y corta una rebanada gruesa, aplícale un poco de zumo de limón y media cucharadita de sal. Coloca sobre la zona afectada y fíjalo con cinta adhesiva, deja actuar toda la noche. El consejo es que te coloques calcetines para evitar manchas o derrames.
A la mañana siguiente, vierte el vinagre en un recipiente con agua caliente, y tras retirarte la cebolla, sumerge allí durante unos 20 minutos. Frota entonces bien con una piedra pómez para quitar las células muertas. La recomendación es hacer este tratamiento a diario, durante una semana.
Finalmente, recuerda que para evitar la aparición de callosidades, recuerda utilizar calzado apropiado, cómodo y ventilado, emplea siempre talco pédico o, en su defecto, fécula de maíz que bien puede servir. Tampoco olvides utilizar una buena crema hidratante a diario para tus pies -o un poco de vaselina.
Fuente: www.nosotras.com